uno de los días
en los que a uno le da miedo
se descubre
que el balcón
sirve para recostarse
se encuentra por primera vez
con el brillo de las luces de navidad
apartándose
de la profundidad esperada
uno de los días
en los que se aterriza
sin sostén
sin sábanas
a uno le da miedo
de la complejidad
transfigurada
de uno mismo
las posibilidades
ancestrales
de convertirse en algo
primario
privado de carne en los huesos
comiendo solo un poco de pan
caminando solo dentro de casa
con el quejido de la vieja puta
y el sonido del mundo
que a veces es
una vieja puta
santiago soto
09.07.10
lunes, 6 de septiembre de 2010
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