el sexo idiota

Ésta es nuestra colección de textos. Sexo Idiota es un grupo literario abierto. Nos reunimos de forma itinerante y poética en varios lugares de Quito.
Tenemos un zine (publicación) y hacemos recitales/open mics.
Si quieres unirte escribe a sexoidiota@gmail.com

viernes, 22 de enero de 2010

Maquinaciones febriles.
Abriles desiertos,
muertos,
muertos!!

tengo miedo de las chicas estúpidas (para S.)

dwelling into a night
in which there was too much to do
my love
she went cracking her head
like a whore
like I sometimes do
I wont do the dishes for her
I wont make the bed
now she lives and likes another man

me precupan tus estupideces frecuentes
la maravilla de veces que no sabes
cuanto te haces fantástica
se te pelan las cutículas
y no sabes hacer el amor
te brindas
me brindo

y el canto rebosa
se empapan las nubes
se riega el candado

I finally will always remember you
as I do


Truly Gómez
01/21/10

miércoles, 20 de enero de 2010

Cielo, pecera y limen

Rompí la línea recta hacia el futuro

Un terremoto se comió la carretera

Ese fue mi primer crimen

 

Sin culpa ni cargo huyo

Me sigue con su campana una ternera

Dejo atrás tu indestructible himen

 

¡Cuánto ruido genera el miedo!

El silencio es ley en la pecera

Nadie descubre sus pies sobre el limen

 

Ni yo, en el umbral del olvido

Cuando busco mi identidad en tu cartera

Y los sueños vagabundos gimen

 

Te vi lanzarte al mar con los tuyos

Lemmings fluyen a mi taza desde la tetera

Sus años en un verso desaparecen

 

¡Cómo sostiene el lenguaje al tiempo!

Desde otra tierra me hablan de la primavera

Las noches sobre mi cabeza se comprimen

 

Veo un conejo, una alpaca y una llama en el cielo

Se llevan cuando quieren el día y sus banderas

Ese es nuestro delito, no se intimiden

 

Acomodé la línea curva desde el pasado

Pinté un cuadro de la luna y apagué tu fosforera

El vacío tiene todos los trazos de una imagen

 

¡Te veo tan lejos, mi musa, mi numen, mi estro!

En el centro de un lago flota una muñeca de madera

Sobre la parrilla los relatos de un mito se cuecen

 

Don D. Dantés

viernes, 15 de enero de 2010

nuestros sueños no son miserables

y se lo que estas pensando
que todos esos años que te regale de mi vida
se pueden reinvertir en musicalidades mediocres
no vayas pensando desgraciado
que siempre voy a estar enroscado en estos harapos fúnebres
mejor vamos pensando en mejorar este cuarto
en convertirlo en un organismo cósmico
como un concierto de rock
lleno de tipos hechos trizas
titiritando el reloj
tragándose el polvo de los zapatos
has visto como son esos intantes de fugaces
fotografías de rock and roll en blanco y negro
compromisos de amor
con los sueños de la marea salada
de los poetas nuevos
del esfuerzo por distinguirse entre tanta sordera
no se me hace difícil que algún día te encuentre pensando
que pasó con todas nuestras promesas
de recordar que en cada instante
permitimos que se confunda nuestro rubor con la risa
qué es lo que estas pensando
qué ha sido lo que ha manchado tu nube
nuestros sueños no son miserables
no cuando pasamos el rato juntos
cuando estrechamos los pechos de pájaro
que nos han regalado nuestros vecinos
esos rasguños de vecinos que tenemos al lado
los bailarines y las prostitutas
los que van a misa
y los que se acuestan solo por amor
con ejecutivos ejecutables
con misioneras en vacaciones
con la brisa al lado de las nalgas
para que se les complete la imagen
del concierto de voluntades reemplazables
que han ocurrido
en las playas de mi rigor y tu esqueleto
qué es lo que estás soñando que no sea contenido como consuelo
de la juventud que dejaste ir
sino comprendiste que la derrota se vive entre canción y canción
entre momento y gota
entre los fideos que le quedan a nuestra caja de fideos
y los tomates secos que dejamos en la vereda
nuestros sueños no son miserables
ni tampoco la forma que tenemos de recordarlos
como volar aguantándose la respiración
o componerle una última canción a la ciudad de paraguas que sobran
qué has hecho en este día
cuál es tu pase gol de la semana
cuándo dejaste de conversar con los muchachos
acerca de sus múltiples traiciones
procurando nunca repetir las palabras
revelando las imágenes del concierto en sequencia
para formar un cómic con los parlantes al máximo
mezclando entre géneros
transfiriendo la sangre a los necesitados
haciendo negocios con discapacitados
o simplemente saliendo a pasear en bicicleta
nuestros sueños no son miserables
aunque eso nos han enseñados
permitánme que me enzañe con ese ejército
que les escupa en las botas y les descubra borrachos
atragantándose con el aguantarse la risa
con el venderse por un paso de baile
y disfrutar del regreso del merengue a las discotecas
de mi barrio


Truly Gómez
01-15-10

jueves, 14 de enero de 2010

convocatoría poética translingüistica para zine anarquista



Vamos a hacer un zine en inglés (se acepta spanglish) para dejar en una librería anarquista en Filadelfia. Manden sus textos a sexoidiota@gmail.com.

abrazos

S.I.

miércoles, 13 de enero de 2010

juventud

la vida es más abierta
que un tunel
y la saliva resbala porlvorosa por el caño
en la mano me caben un millón de alfileres
sin que la juventud se me haga pedazos
corteza helada del alma mía
haz que el amor se me haga pegamento
y que con la mar sabía
la carne baje
se haga canción
en sedimento

la vida es más abierta aún
que el fulgor de la poesía
es más helada y más viril
en la aventura
se siente verde florecer
la espuma canta
el resto son murciélagos

coraza del silbido
aumento de la palpitación mental
es válido ser abril
ser pálido
ser capitán

la vida se abre y no caen pronto
sus protuberancias
se hacen rancias las canciones eso si
y también los himnos

impulso el gozo esporádico de las multitudes nuevas
cansadas de esperar la meta
ardidas por recuperar la libertad prometida
todo hecho de ardor y
a medias
vistazos

cómo es que me he dado cuenta tan tarde
por qué es que la falla me revela parco
inmóvil
fúnebre

si nada mas soy un pendejo
una sardina sin rigor a cuestas
una lagaña en los bordes de la ciudad
un funámbulo de páginas apretadas una contra la otra

la juventud se hace de risas treintañeras
de conciertos divididos entre jazz y jazz
las almohadas no se hicieron solo para ahorcarse
se han hecho para sudar
los primeros amores del invierno

azul predigo que se amarga el tunel
pero no sin antes que el gusano
salga en búsqueda del fermento fácil
que le deje resbalar por los tendones de la máquina
hasta parir
uno a uno los pedazos
del ser humano
al herbor de la nube
al comienzo de la memoria
en la plana llena de tachones de amistad
y manchas de felicidad

compañía de corales
alcázar de un bat de baseball
instrumento intermitente de tendencias mercantiles
cuerpo del joven
enfermedad del viejo
aliento helado
aliento a cuestas
el hijo alado de la esperanza
el hijo al lado de los nietos.



Santiago Soto
01-13-10

viernes, 8 de enero de 2010

Nuestros padres

Nuestros padres nos han desgraciado,

el vecino nos ha desgraciado.

Hay un desatino en la escritura,

les falta melancolía a mis palabras.

Soy demasiado joven para remitirme al yo,

para renunciar a la idea de la masa.

Con un poco de suerte no desgraciaré a mi hija,

ahora mi único nosotros es ella y yo.

No me pondré sentimental.

Pero,

es pensar qué hacer para escribir bien,

es este llanto que me vuelca de lado.

La fama del poeta triste que me abandona,

la que hace que tenga deseos masoquistas.

Presiento que mi vida no tiene suficiente desdicha,

que algo falta para que me inspire.

Ése presentimiento no basta

sigo haciéndole el quite al dolor.

Cómo escribir poesía alegre

y no ser cursi ni hippie.

Supongo que la salida es acercarse a la masa

y escribir sobre la miseria colectiva.

Soy corta de miras

Pero,

siento una luciérnaga en el pecho

un mínimo de calor

que hace que me indigne,

me llena de vómitos y rabietas.

Ése maldito bicho me mantiene entera,

entera y no integra digo,

a veces me traiciono.

Mi conflicto es que no me puedo salir del plan,

que al parecer no puedo entregarme a vivir las penas,

que me criaron para la risa.

Todo padre hace un poco desgraciado a su hijo,

los míos han hecho un trabajo incompleto.

Arraigaron en mí el germen pasado de moda,

el romanticismo fatal de buscar la felicidad.

Tal vez no es culpa de ellos,

tal vez es Simone de Beauvoir en mi adolescencia

o el mal camino de la danza.

Tal vez no es culpa de nadie y nací pasada de época,

me siento extraña queriendo ser feliz

ajena a la contemporaneidad egoísta del páramo.

En esta montaña hay un hombre que sueña conmigo,

has un libro me dice.

Lo escucho y mis veinte y dos años me dan ganas de llorar,

lo terrible es pensar que es posible

Que el libro sea bueno es otra cosa.

Y está mi hija.

No sé bien que hacer con mi tiempo

temo no estar presente,

temo desconectarme.

No quiero una hija esquizofrénica.

La pedagogía que me da de comer me atormenta

Y me quita el sueño.

Mis fallas maternas me hacen vulnerable,

a veces la veo dormir,

inevitable enternecerse.

Soy el doble de fuerte desde que ella está

Maldito sea este vicio

y el del movimiento.

Quiero pagar yo sola el precio,

detesto los arranques de creatividad.

En los momentos primordiales me arrebatan de ella,

me vuelven ajena.

No puedo escapar de la danza,

la palabra me tiene atada.

Todos los niños quieren una madre entera.

No quiero atender su almuerzo junto a Pina Bauch,

no quiero acompañar su sueño de la mano de Beauvoir,

no quiero cambiar la poesía por su abrazo,

ni siquiera sé si lo que escribo se puede llamar poesía.

No he parado de escribir desde los doce,

no creo que pueda detenerme ahora.

Menos posible es que pare de leer

Hay instantes en que maldigo los libros.

Entre sus páginas han transcurrido los últimos quince años.

Seguro que sino soy enteramente esquizoide al menos la mitad

el síndrome artístico del mundo paralelo.

Recuerdo que en los momentos de miedo leía a Salgari.

Me volví el come libros del cuento.

No podía dejar a Sandokan en medio de la tormenta

y a Yanez en manos de los piratas.

Todo el resto era aplazable,

era prescindible.

Lo maravilloso de un libro es que se puede dejar.

Yo no podía.

Me convertí en un vicioso cincuentón.

era una embarrada de tinta sobre las almohadas,

la vileza vestida de niña.

Me volví taimada,

robaba libros.

No sé bien cuando me calmé,

no me va tan mal ahora.

Pero,

siguen habiendo ocasiones

en que los libros me agarran del cuello,

me asfixian.

Y no puedo dejarlos

y me odio por ello.

Siento que en esos momentos

no soy una buena madre,

que esta cagada artística me está llevando lejos.

No me quiero subir en el carro del miedo,

no quiero que mi matriz dé a luz temor.

Debo tener la inocente ilusión del payaso,

hacer de los desengaños carcajadas

y abrazarme a estos dos vicios,

Abandonar las paredes de la paranoia.

Hacerme amiga.

Seguro todas las madres estamos locas,

tener a cargo algo que te sobrepasa

es una tarea de hormigas.

No atino a dar con las letras del final.

Imagino que seremos cuatro en un cuadro sobrenatural,

la danza y las letras

tendidas como césped verde.

Por ahí haremos el camino,

ya NO tendré el paso a diez centímetros sobre la tierra.

Dejaremos surcos,

construiremos fortaleza

Noviembre

Destejo un vestido blanco

Alargando el tiempo para no convertirlo en mortaja.

La insalvable distancia que nos separa

Se cuenta por calles en esta

Ciudad de hastío.

Que fácil marcar un número

Dar respuesta a tus cartas impalpables.

Por rencor puse mi casa en una montaña

El digno pedestal del resentido.

He logrado vivir estos días

Haciéndole el juego al olvido

Con un desorden de huesos

En el absurdo intento de acomodarme a tu ausencia

La herrumbre que de mí escapa

Es el puro miedo a tus adioses adelantados.

En el insomnio doy a luz un soliloquio,

El ínfimo consuelo a la vigilia del desastre.

Estamos pagando el precio

Por negarnos amables

Ahora solo nos quedan las máscaras

Dentadas de la cobardía

Calle Flores y Uno

Calle Flores

Día soleado,

los viejos esconden su temor al sol,

paraguas y putas en la calle de las lanas.


Camino esperando que tu silueta

desdibuje las sombras que mi soledad

proyecta en las paredes.


Vos no asomas.


Bajando por la calle larga

una señora gorda con un atado de cebolla

pasa con su presencia primordial

Logra hacer que la humillación me ataque por la espalda.


Anhelo poder hallarte y

amarrar con palabras el desencanto que la realidad produce.

Paso fugaz entre el gentío.


Sin destino aparente.

Sin tiempo estimado de llegada.


Uno

Nos arrastramos calle abajo

como los seres execrables

que somos.

Vanguardistas por incrédulos.

Tibios en el conjunto del querer hacer,

del querer querer.


No es culpa vana haber crecido en este pedazo de suelo seco,

el llanto de tanta muerte rebota contra las paredes de mis oídos

y sin embargo ya no produce eco.


Quito emperrado, de tanta lluvia,

es tan solo la imagen borrosa de una bruma

amarga de edificios.


Pataleos de mediocres clases medias.

Medias muertas.

Siempre a medias...


Ciudad cambiada de identidad

Adolescente en pleno siglo XXI.

martes, 5 de enero de 2010

cuento

me levanto en la distancia entre mi cama y mi casa

010110

anhelo encontrarme
concibo tu esqueleto nuevo
década de tiempos propios
amor de a novela
amor de novela nueva
anhelo un tiempo con mis amigos
muerdo y recito a cada instante
cariño
con mis ropas extendidas
diez años
mil años
descubro la juventud sónica
y me descubro al treinta y cinco (2017)

tg

01/01/10

el origen de la sífilis

y de todas las cosas
la cometida de las cometas
el funeral de la sordera
mágicas mujeres de primavera
en brooklyn
me vacilo todas las cosas
me vacilo las canas y el yogur
los pasteles y la nieve seca
el sexo idiota y las feministas en tregua
la ciencia de las almohadas
el remojarse
la concentración del capital
y los libros prestados
me vacilo una nueva década como si fuese un nuevo hijo
le pido que camine por una muralla sin rostro
y aprenda a contar poco a poco las conciencias
para que me dignifique
intensificándome
cumpliendo el columpio
calculando las propinas
volviendo el cancer en centímetros
las andanzas en traspiés
el instinto en compañía
los hermanos en relojes de poesía
y el temor a la muerte
en un potencial iconico
de la raíces al túnel
de los muebles al ser feliz
como el tráfico fácil
el nada-más del desearte fácil
fresca
americana y joven
como los últimos jóvenes de este sueño perdido
perdiendo el sueño conmigo penetrándote hasta una nueva década


santiago soto
01/01/10