pero tan seguro de poder olvidar…
pero sin saber cómo
pero también otras emociones
pero aquí ocurre algo bastante importante
pero que es imprescindible
… pero, a dónde vamos?
¿Pero de qué nos sirve la verdad que tranquiliza al propietario
honesto?
pero común
pero Pereira
pero musical: do, PE, mi, fa, RO, la, si, do
pero… ¿cómo sabemos si este acorde es mayor o menor?
pero probablemente no en el tono correcto
pero siguen sonando las mismas voces
pero sin vacilaciones
pero vacilón
pero falso
pero con falta de franqueza
pero que no tiene a donde ir
pero como decía mi profesor, más vale empezar per lo dificile
pero no encontramos la forma de hacerlo
pero en la otra persona
pero no lo hacemos solos
pero se trata de nosotros
pero saldremos ilesos?
pero sin atreverse
pero si decidimos hacerlo?
pero la gente murmurará de nosotros
pero agradables
pero todavía bellos
pero en buen estado y agradables
pero siempre ya existentes y culminados
pero duraderos
pero longevos
pero después de un largo recorrido
pero odisea espacial 2130
pero jubilados
pero útiles
pero inútiles
pero perozosos
pero autosuficientes
pero perjudiciales para la salud
pero temerarios
pero temerosos
pero que pasarán pronto -pero de poca duración-
pero sin futuro
pero tontos
pero retontos
pero perotudos
pero con algo más de intelecto
pero inteligentes
pero secreto
pero 007
pero ilusorios
pero malvados
pero sin ver a los ojos
pero sin llevar gafas
pero sin necesitar lentes
pero miopes
pero ciegos
pero no ha de faltar
pero sangre azul
pero con tinta rh positivo
pero criollo
pero ruso –но-, italiano –ma, pero- inglés –but- alemán –aber- latín – tamen-
pero español –pero, más, salvo-
un PERO andaluz
un PERO caliente
pero que luego son sólidos y duraderos
pero cargado de consecuencias frustrantes
pero sin llegar a desear la huida
pero que escapa
pero fugitivo
pero nace una flor
pero se cae la flor
pero vemos brillar el sol
pero se oculta el sol
pero sin fijarnos en detalles
pero como un tango –y no de nestlé-
pero si esta convicción no convense
pero no ha sido así
pero que nos producen melancolía
pero igual te esPERO
pero como dioses
pero como hombres
pero que entregó este mensaje
el PERO de Neruda –Perino-
pero de mutuo acuerdo
pero llorón
pero no puedo llorar
pero igual te quiero
pero me endiendes vos?
roPERO
ásPERO
nísPERO
esPERO
pero en el escenario de nuestra vida
pero que no existiera
pero por su uso reiterado
pero pero pero
pero preocupantes por su repetición
pero siempre hay un pero.
por Ad Sum
martes, 24 de febrero de 2009
domingo, 22 de febrero de 2009
LUZ NEGRA
mi cabeza vuelve a ser incapaz de soportar toda la química que mi corazón necesita
Ray Loriga
Basta una mirada blanca y
el eclipse es el único paisaje,
obra notable de divinidades falibles.
Lluvia de espejos cóncavos
en el miedo de ver [se]
la calavera de los ojos.
El mundo es un incendio:
en la mirada que reflejo
en la sentina que arrastro
en el desierto que soy.
el eclipse es el único paisaje,
obra notable de divinidades falibles.
Lluvia de espejos cóncavos
en el miedo de ver [se]
la calavera de los ojos.
El mundo es un incendio:
en la mirada que reflejo
en la sentina que arrastro
en el desierto que soy.
Sexo Idiota
A los miembros del taller literario "El sexo idiota"
Si hubiera que escoger de entre las artes
la puta más hermosa y menos mía,
la más infiel, la más alucinante
tendría que decir “es la poesía”
Si hubiera que escoger al más idiota
de todos los poetas, mis amigos,
poniéndome muy bien las dos pelotas
diría que la cosa va conmigo
Los grupos son la excusa predilecta
de los que buscan paz en sus conciencias,
un poco de licor y alguna dama
El Sexo Idiota es la casa perfecta
para poner a prueba la demencia,
para poner los dedos en las llagas
Bumerang
Lo primero que Matilde ha hecho al llegar a casa ha sido pararse frente al espejo del tocador. Ha desistido de romperlo después de enfrentarse con la expresión de su rostro, al que había imaginado triste pero que ahora percibe duro, frío e infinito, como si no fuera el suyo sino el de otra que la mira desde el fondo de otra habitación en otro mundo. Ha visto sus ojos enrojecidos, húmedos y distantes. Se ha visto a sí misma, payaso patético, negra de rímel casi hasta el cuello. Ha visto el horizontal rigor de la boca que se niega a manifestar emoción alguna. Se ha visto toda, de cuerpo entero, deslizando la mirada con paciencia sobre cada milímetro, detallando cada rincón, evaluando cada curva para entender el rechazo: tal vez la nariz pequeña, la finura del cuello, la seductora desnudez de los hombros; quizá la prominencia de los senos, la estrechez de la cintura, la firmeza virginal del culo; o la amplitud de las caderas o la suavidad de los muslos o la altura tan alta de los tacones que han hecho perder el equilibrio a más de un atrevido mirón.
Ha llorado por la decisión injusta de Felipe. Desde la primera vez que lo vio comprando cigarrillos en la tienda del barrio supo que ese churonsito de ojos verdes estaba hecho para ella, y había que acercarse y saber quién era y poder ser su amiga, cada vez más amiga; y alegrarse porque lleva un año sin mujer, y aprender de sus gestos, su vida y sus gustos más que de moda y de maquillaje. Con maniobras de felina cazadora logró ser su confidente y celebrar su cumpleaños; ser feliz porque él le dijo que estaba buena, aunque el tono haya sido de amigo, y las fiestas y el estadio, y luego la intimidad y saber que es todo un caballero porque el fin de semana se fueron solos a la playa y él no se atrevió a tocarla, hasta que el domingo ninguno pudo resistir la cercanía y ambos "tengo que decirte algo", "tú primero", "mejor tú", y la sonrisa ansiosa de Matilde creyendo que se dirían lo mismo, y luego la decepción, el llanto y mejor no decirle nada, para qué, después de semejante confesión.
Regresaron a la ciudad, él manejando y ella simulando ser la amiga comprensiva que se necesita en esos casos. Al llegar a casa, Matilde se ha mirado al espejo, y entonces ha comprendido que el error ha sido ella desde el principio; ella y tanta dieta, y tanto esfuerzo, y tanto quirófano y tanta convalecencia, porque la opción de Felipe al descubrir que le gustan los hombres hubiera tenido más sentido si, en lugar de llamarse Matilde, hubiera seguido siendo Roberto, como antes de que el doctor, bisturí en mano, le fabrique una vida distinta, poniendo arriba y cortando abajo, dejando sólo el vertical rigor de unos labios que ya nunca recibirán a la virilidad de un Felipe que seguirá siendo Felipe a pesar de las circunstancias.
Javier López Narváez
Ha llorado por la decisión injusta de Felipe. Desde la primera vez que lo vio comprando cigarrillos en la tienda del barrio supo que ese churonsito de ojos verdes estaba hecho para ella, y había que acercarse y saber quién era y poder ser su amiga, cada vez más amiga; y alegrarse porque lleva un año sin mujer, y aprender de sus gestos, su vida y sus gustos más que de moda y de maquillaje. Con maniobras de felina cazadora logró ser su confidente y celebrar su cumpleaños; ser feliz porque él le dijo que estaba buena, aunque el tono haya sido de amigo, y las fiestas y el estadio, y luego la intimidad y saber que es todo un caballero porque el fin de semana se fueron solos a la playa y él no se atrevió a tocarla, hasta que el domingo ninguno pudo resistir la cercanía y ambos "tengo que decirte algo", "tú primero", "mejor tú", y la sonrisa ansiosa de Matilde creyendo que se dirían lo mismo, y luego la decepción, el llanto y mejor no decirle nada, para qué, después de semejante confesión.
Regresaron a la ciudad, él manejando y ella simulando ser la amiga comprensiva que se necesita en esos casos. Al llegar a casa, Matilde se ha mirado al espejo, y entonces ha comprendido que el error ha sido ella desde el principio; ella y tanta dieta, y tanto esfuerzo, y tanto quirófano y tanta convalecencia, porque la opción de Felipe al descubrir que le gustan los hombres hubiera tenido más sentido si, en lugar de llamarse Matilde, hubiera seguido siendo Roberto, como antes de que el doctor, bisturí en mano, le fabrique una vida distinta, poniendo arriba y cortando abajo, dejando sólo el vertical rigor de unos labios que ya nunca recibirán a la virilidad de un Felipe que seguirá siendo Felipe a pesar de las circunstancias.
Javier López Narváez
jueves, 19 de febrero de 2009
Sexo Idiota vs. Sexo Débil
Sin temor a equivocarme
he de decir que llevo a cuestas
el cadaver de mi orgullo.
Que Dios le salve.
Se fue en la batalla
rendida allá en el tiempo
en el que mi oficina
era mi desastre.
Mas debo aclarar,
que mi necesidad,
es mi necedad de probar que soy más guapo,
pero también más pendejo
cada de vez en cuando
cuando decido confiar
en alguna envenenada apuesta
de amor ambulante
encarnado en tus tobillos
de quimera
encarnado en tus muñecas
de quimera
encarnado en tus senos perfectos
y en tu nariz de madera
en tu estúpida forma de ser la primera
en hacerme ver que no soy tan guapo
y que de ningún modo saldré triunfante.
Entonces escojo machicar tu carne con pedazos de diamante,
comerme tu aspereza
y volarme,
necesitarte
solo cuando necesite
masturbarme.
Truly Gómez
2009-02-18
he de decir que llevo a cuestas
el cadaver de mi orgullo.
Que Dios le salve.
Se fue en la batalla
rendida allá en el tiempo
en el que mi oficina
era mi desastre.
Mas debo aclarar,
que mi necesidad,
es mi necedad de probar que soy más guapo,
pero también más pendejo
cada de vez en cuando
cuando decido confiar
en alguna envenenada apuesta
de amor ambulante
encarnado en tus tobillos
de quimera
encarnado en tus muñecas
de quimera
encarnado en tus senos perfectos
y en tu nariz de madera
en tu estúpida forma de ser la primera
en hacerme ver que no soy tan guapo
y que de ningún modo saldré triunfante.
Entonces escojo machicar tu carne con pedazos de diamante,
comerme tu aspereza
y volarme,
necesitarte
solo cuando necesite
masturbarme.
Truly Gómez
2009-02-18
viernes, 13 de febrero de 2009
En el Laboratorio Medular del Arte
Si mueves el cuerpo
un centímetro más allá de la congoja
encontrarás un departamento
lleno de rastros y sobras.
De un pasado inmenso,
que con prisa desencadena
el sentimiento brillante de encontrar el tiempo
inmiscuido en un grano de arena,
de un reloj de arena.
Brincando el chasquido de la derrota,
brilla el vivo colorido de la forma,
que brinda y baila
en los latidos que la malicia me otorga.
Buceabundo
marcapasos
cortavenas
cortapasos
cortanotas
crispadientes
contrayentes
las memorias.
Arte y memoria
defendiendo la sentencia:
mordida de miedos,
viscocidad de ciegos.
Calma en el laboratorio,
no hay chance de derrota.
Calma en el laboratorio,
alguien a calmado la bomba.
Truly Gómez
2009-02-11
un centímetro más allá de la congoja
encontrarás un departamento
lleno de rastros y sobras.
De un pasado inmenso,
que con prisa desencadena
el sentimiento brillante de encontrar el tiempo
inmiscuido en un grano de arena,
de un reloj de arena.
Brincando el chasquido de la derrota,
brilla el vivo colorido de la forma,
que brinda y baila
en los latidos que la malicia me otorga.
Buceabundo
marcapasos
cortavenas
cortapasos
cortanotas
crispadientes
contrayentes
las memorias.
Arte y memoria
defendiendo la sentencia:
mordida de miedos,
viscocidad de ciegos.
Calma en el laboratorio,
no hay chance de derrota.
Calma en el laboratorio,
alguien a calmado la bomba.
Truly Gómez
2009-02-11
Suscribirse a:
Entradas (Atom)