Me ahorro el verso bonito.
La metáfora poética.
Me ahorro el cuento del poeta borracho,
las babas y los mocos de quien escribe para el aplauso.
Reconocerse condenado al vicio no tiene nada poético.
Yo no he aprendido a escribir.
La palabra es como el grito o el mal genio,
los llevo incorporados.
Estos son los males que encausan mi ira,
son de los que me sirvo para expresarla,
los que uso como cuchillos, como balas.
A unos hombre les gustan las mujeres fuertes.
A otros no les gustan las mujeres.
Pero otros se te rien en la cara mientras las rodillas te tiemblan.
Te escupen cuando estás caída,solo llaman cuando ya te has ido.
A ellos los cuchillos.
Las balas al Enemigo.
Al perro con cabeza de arpía,
garras, púas y ojos de fuego.
Ése que quita la comida del plato,
que pone el gusano en el estomago de los niños.
Rocía con petroleo los trigales y las naranjas.
El Amo del Resultado, ciego de las Causas.
A él guerra sin cuartel.
Pensar en la forma estética
en la que a los canallas les gusta que les puteen
es tiempo perdido.
Mejor ir del dicho al hecho.
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que bien gabriela
ResponderEliminartu primer poema que me encanta
y por mas que te quejes de los poetas borrachos
es en el primero en el que te pareces al gonzalo
;)
Oh!! Gracias, creo que me hace falta tu opinión para no dejar que el Sr. Gómez tache todo mis textos.
ResponderEliminarCreo que voy aprendiendo.