viernes, 22 de enero de 2010
tengo miedo de las chicas estúpidas (para S.)
in which there was too much to do
my love
she went cracking her head
like a whore
like I sometimes do
I wont do the dishes for her
I wont make the bed
now she lives and likes another man
me precupan tus estupideces frecuentes
la maravilla de veces que no sabes
cuanto te haces fantástica
se te pelan las cutículas
y no sabes hacer el amor
te brindas
me brindo
y el canto rebosa
se empapan las nubes
se riega el candado
I finally will always remember you
as I do
Truly Gómez
01/21/10
miércoles, 20 de enero de 2010
Cielo, pecera y limen
Rompí la línea recta hacia el futuro
Un terremoto se comió la carretera
Ese fue mi primer crimen
Sin culpa ni cargo huyo
Me sigue con su campana una ternera
Dejo atrás tu indestructible himen
¡Cuánto ruido genera el miedo!
El silencio es ley en la pecera
Nadie descubre sus pies sobre el limen
Ni yo, en el umbral del olvido
Cuando busco mi identidad en tu cartera
Y los sueños vagabundos gimen
Te vi lanzarte al mar con los tuyos
Lemmings fluyen a mi taza desde la tetera
Sus años en un verso desaparecen
¡Cómo sostiene el lenguaje al tiempo!
Desde otra tierra me hablan de la primavera
Las noches sobre mi cabeza se comprimen
Veo un conejo, una alpaca y una llama en el cielo
Se llevan cuando quieren el día y sus banderas
Ese es nuestro delito, no se intimiden
Acomodé la línea curva desde el pasado
Pinté un cuadro de la luna y apagué tu fosforera
El vacío tiene todos los trazos de una imagen
¡Te veo tan lejos, mi musa, mi numen, mi estro!
En el centro de un lago flota una muñeca de madera
Sobre la parrilla los relatos de un mito se cuecen
Don D. Dantés
viernes, 15 de enero de 2010
nuestros sueños no son miserables
que todos esos años que te regale de mi vida
se pueden reinvertir en musicalidades mediocres
no vayas pensando desgraciado
que siempre voy a estar enroscado en estos harapos fúnebres
mejor vamos pensando en mejorar este cuarto
en convertirlo en un organismo cósmico
como un concierto de rock
lleno de tipos hechos trizas
titiritando el reloj
tragándose el polvo de los zapatos
has visto como son esos intantes de fugaces
fotografías de rock and roll en blanco y negro
compromisos de amor
con los sueños de la marea salada
de los poetas nuevos
del esfuerzo por distinguirse entre tanta sordera
no se me hace difícil que algún día te encuentre pensando
que pasó con todas nuestras promesas
de recordar que en cada instante
permitimos que se confunda nuestro rubor con la risa
qué es lo que estas pensando
qué ha sido lo que ha manchado tu nube
nuestros sueños no son miserables
no cuando pasamos el rato juntos
cuando estrechamos los pechos de pájaro
que nos han regalado nuestros vecinos
esos rasguños de vecinos que tenemos al lado
los bailarines y las prostitutas
los que van a misa
y los que se acuestan solo por amor
con ejecutivos ejecutables
con misioneras en vacaciones
con la brisa al lado de las nalgas
para que se les complete la imagen
del concierto de voluntades reemplazables
que han ocurrido
en las playas de mi rigor y tu esqueleto
qué es lo que estás soñando que no sea contenido como consuelo
de la juventud que dejaste ir
sino comprendiste que la derrota se vive entre canción y canción
entre momento y gota
entre los fideos que le quedan a nuestra caja de fideos
y los tomates secos que dejamos en la vereda
nuestros sueños no son miserables
ni tampoco la forma que tenemos de recordarlos
como volar aguantándose la respiración
o componerle una última canción a la ciudad de paraguas que sobran
qué has hecho en este día
cuál es tu pase gol de la semana
cuándo dejaste de conversar con los muchachos
acerca de sus múltiples traiciones
procurando nunca repetir las palabras
revelando las imágenes del concierto en sequencia
para formar un cómic con los parlantes al máximo
mezclando entre géneros
transfiriendo la sangre a los necesitados
haciendo negocios con discapacitados
o simplemente saliendo a pasear en bicicleta
nuestros sueños no son miserables
aunque eso nos han enseñados
permitánme que me enzañe con ese ejército
que les escupa en las botas y les descubra borrachos
atragantándose con el aguantarse la risa
con el venderse por un paso de baile
y disfrutar del regreso del merengue a las discotecas
de mi barrio
Truly Gómez
01-15-10
jueves, 14 de enero de 2010
convocatoría poética translingüistica para zine anarquista
miércoles, 13 de enero de 2010
juventud
que un tunel
y la saliva resbala porlvorosa por el caño
en la mano me caben un millón de alfileres
sin que la juventud se me haga pedazos
corteza helada del alma mía
haz que el amor se me haga pegamento
y que con la mar sabía
la carne baje
se haga canción
en sedimento
la vida es más abierta aún
que el fulgor de la poesía
es más helada y más viril
en la aventura
se siente verde florecer
la espuma canta
el resto son murciélagos
coraza del silbido
aumento de la palpitación mental
es válido ser abril
ser pálido
ser capitán
la vida se abre y no caen pronto
sus protuberancias
se hacen rancias las canciones eso si
y también los himnos
impulso el gozo esporádico de las multitudes nuevas
cansadas de esperar la meta
ardidas por recuperar la libertad prometida
todo hecho de ardor y
a medias
vistazos
cómo es que me he dado cuenta tan tarde
por qué es que la falla me revela parco
inmóvil
fúnebre
si nada mas soy un pendejo
una sardina sin rigor a cuestas
una lagaña en los bordes de la ciudad
un funámbulo de páginas apretadas una contra la otra
la juventud se hace de risas treintañeras
de conciertos divididos entre jazz y jazz
las almohadas no se hicieron solo para ahorcarse
se han hecho para sudar
los primeros amores del invierno
azul predigo que se amarga el tunel
pero no sin antes que el gusano
salga en búsqueda del fermento fácil
que le deje resbalar por los tendones de la máquina
hasta parir
uno a uno los pedazos
del ser humano
al herbor de la nube
al comienzo de la memoria
en la plana llena de tachones de amistad
y manchas de felicidad
compañía de corales
alcázar de un bat de baseball
instrumento intermitente de tendencias mercantiles
cuerpo del joven
enfermedad del viejo
aliento helado
aliento a cuestas
el hijo alado de la esperanza
el hijo al lado de los nietos.
Santiago Soto
01-13-10
viernes, 8 de enero de 2010
Nuestros padres
Nuestros padres nos han desgraciado,
el vecino nos ha desgraciado.
Hay un desatino en la escritura,
les falta melancolía a mis palabras.
Soy demasiado joven para remitirme al yo,
para renunciar a la idea de la masa.
Con un poco de suerte no desgraciaré a mi hija,
ahora mi único nosotros es ella y yo.
No me pondré sentimental.
Pero,
es pensar qué hacer para escribir bien,
es este llanto que me vuelca de lado.
La fama del poeta triste que me abandona,
la que hace que tenga deseos masoquistas.
Presiento que mi vida no tiene suficiente desdicha,
que algo falta para que me inspire.
Ése presentimiento no basta
sigo haciéndole el quite al dolor.
Cómo escribir poesía alegre
y no ser cursi ni hippie.
Supongo que la salida es acercarse a la masa
y escribir sobre la miseria colectiva.
Soy corta de miras
Pero,
siento una luciérnaga en el pecho
un mínimo de calor
que hace que me indigne,
me llena de vómitos y rabietas.
Ése maldito bicho me mantiene entera,
entera y no integra digo,
a veces me traiciono.
Mi conflicto es que no me puedo salir del plan,
que al parecer no puedo entregarme a vivir las penas,
que me criaron para la risa.
Todo padre hace un poco desgraciado a su hijo,
los míos han hecho un trabajo incompleto.
Arraigaron en mí el germen pasado de moda,
el romanticismo fatal de buscar la felicidad.
Tal vez no es culpa de ellos,
tal vez es Simone de Beauvoir en mi adolescencia
o el mal camino de la danza.
Tal vez no es culpa de nadie y nací pasada de época,
me siento extraña queriendo ser feliz
ajena a la contemporaneidad egoísta del páramo.
En esta montaña hay un hombre que sueña conmigo,
has un libro me dice.
Lo escucho y mis veinte y dos años me dan ganas de llorar,
lo terrible es pensar que es posible
Que el libro sea bueno es otra cosa.
Y está mi hija.
No sé bien que hacer con mi tiempo
temo no estar presente,
temo desconectarme.
No quiero una hija esquizofrénica.
La pedagogía que me da de comer me atormenta
Y me quita el sueño.
Mis fallas maternas me hacen vulnerable,
a veces la veo dormir,
inevitable enternecerse.
Soy el doble de fuerte desde que ella está
Maldito sea este vicio
y el del movimiento.
Quiero pagar yo sola el precio,
detesto los arranques de creatividad.
En los momentos primordiales me arrebatan de ella,
me vuelven ajena.
No puedo escapar de la danza,
la palabra me tiene atada.
Todos los niños quieren una madre entera.
No quiero atender su almuerzo junto a Pina Bauch,
no quiero acompañar su sueño de la mano de Beauvoir,
no quiero cambiar la poesía por su abrazo,
ni siquiera sé si lo que escribo se puede llamar poesía.
No he parado de escribir desde los doce,
no creo que pueda detenerme ahora.
Menos posible es que pare de leer
Hay instantes en que maldigo los libros.
Entre sus páginas han transcurrido los últimos quince años.
Seguro que sino soy enteramente esquizoide al menos la mitad
el síndrome artístico del mundo paralelo.
Recuerdo que en los momentos de miedo leía a Salgari.
Me volví el come libros del cuento.
No podía dejar a Sandokan en medio de la tormenta
y a Yanez en manos de los piratas.
Todo el resto era aplazable,
era prescindible.
Lo maravilloso de un libro es que se puede dejar.
Yo no podía.
Me convertí en un vicioso cincuentón.
era una embarrada de tinta sobre las almohadas,
la vileza vestida de niña.
Me volví taimada,
robaba libros.
No sé bien cuando me calmé,
no me va tan mal ahora.
Pero,
siguen habiendo ocasiones
en que los libros me agarran del cuello,
me asfixian.
Y no puedo dejarlos
y me odio por ello.
Siento que en esos momentos
no soy una buena madre,
que esta cagada artística me está llevando lejos.
No me quiero subir en el carro del miedo,
no quiero que mi matriz dé a luz temor.
Debo tener la inocente ilusión del payaso,
hacer de los desengaños carcajadas
y abrazarme a estos dos vicios,
Abandonar las paredes de la paranoia.
Hacerme amiga.
Seguro todas las madres estamos locas,
tener a cargo algo que te sobrepasa
es una tarea de hormigas.
No atino a dar con las letras del final.
Imagino que seremos cuatro en un cuadro sobrenatural,
la danza y las letras
tendidas como césped verde.
Por ahí haremos el camino,
ya NO tendré el paso a diez centímetros sobre la tierra.
Dejaremos surcos,
construiremos fortaleza
Noviembre
Destejo un vestido blanco
Alargando el tiempo para no convertirlo en mortaja.
La insalvable distancia que nos separa
Se cuenta por calles en esta
Ciudad de hastío.
Que fácil marcar un número
Dar respuesta a tus cartas impalpables.
Por rencor puse mi casa en una montaña
El digno pedestal del resentido.
He logrado vivir estos días
Haciéndole el juego al olvido
Con un desorden de huesos
En el absurdo intento de acomodarme a tu ausencia
La herrumbre que de mí escapa
Es el puro miedo a tus adioses adelantados.
En el insomnio doy a luz un soliloquio,
El ínfimo consuelo a la vigilia del desastre.
Estamos pagando el precio
Por negarnos amables
Ahora solo nos quedan las máscaras
Dentadas de la cobardía
Calle Flores y Uno
Calle Flores
Día soleado,
los viejos esconden su temor al sol,
paraguas y putas en la calle de las lanas.
Camino esperando que tu silueta
desdibuje las sombras que mi soledad
proyecta en las paredes.
Vos no asomas.
Bajando por la calle larga
una señora gorda con un atado de cebolla
pasa con su presencia primordial
Logra hacer que la humillación me ataque por la espalda.
Anhelo poder hallarte y
amarrar con palabras el desencanto que la realidad produce.
Paso fugaz entre el gentío.
Sin destino aparente.
Sin tiempo estimado de llegada.
Uno
Nos arrastramos calle abajo
como los seres execrables
que somos.
Vanguardistas por incrédulos.
Tibios en el conjunto del querer hacer,
del querer querer.
No es culpa vana haber crecido en este pedazo de suelo seco,
el llanto de tanta muerte rebota contra las paredes de mis oídos
y sin embargo ya no produce eco.
Quito emperrado, de tanta lluvia,
es tan solo la imagen borrosa de una bruma
amarga de edificios.
Pataleos de mediocres clases medias.
Medias muertas.
Siempre a medias...
Ciudad cambiada de identidad
Adolescente en pleno siglo XXI.
martes, 5 de enero de 2010
010110
concibo tu esqueleto nuevo
década de tiempos propios
amor de a novela
amor de novela nueva
anhelo un tiempo con mis amigos
muerdo y recito a cada instante
cariño
con mis ropas extendidas
diez años
mil años
descubro la juventud sónica
y me descubro al treinta y cinco (2017)
tg
01/01/10
el origen de la sífilis
la cometida de las cometas
el funeral de la sordera
mágicas mujeres de primavera
en brooklyn
me vacilo todas las cosas
me vacilo las canas y el yogur
los pasteles y la nieve seca
el sexo idiota y las feministas en tregua
la ciencia de las almohadas
el remojarse
la concentración del capital
y los libros prestados
me vacilo una nueva década como si fuese un nuevo hijo
le pido que camine por una muralla sin rostro
y aprenda a contar poco a poco las conciencias
para que me dignifique
intensificándome
cumpliendo el columpio
calculando las propinas
volviendo el cancer en centímetros
las andanzas en traspiés
el instinto en compañía
los hermanos en relojes de poesía
y el temor a la muerte
en un potencial iconico
de la raíces al túnel
de los muebles al ser feliz
como el tráfico fácil
el nada-más del desearte fácil
fresca
americana y joven
como los últimos jóvenes de este sueño perdido
perdiendo el sueño conmigo penetrándote hasta una nueva década
santiago soto
01/01/10